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Una calle del pueblo |
Esta entrada se la dedico a mi
comadre María Elena Zapata Trigo y a mi compadre Jesús Ronquillo Marín por el
detalle que tuvieron de invitarnos a tan extraordinario lugar y por otras miles
de cosas más.
Arrieros. Linares de la Sierra. Teléfonos
de contacto: 959 46 37 17 y 667 59 96 73
Linares de la Sierra es un
precioso y pequeñito pueblecito de la sierra onubense que cuenta con unos
trescientos habitantes y se encuentra
entre Alájar y Aracena, en
el centro del Parque Naturalde la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Pues este encantador y minúsculo
lugar goza del privilegio de tener un establecimiento culinario de categoría: Arrieros.
Hace unos años el chef Luis
Miguel López y su esposa Adela se embarcaron en la aventura de su vida y, con
todo el cariño y dedicación, pasito a pasito, transformaron un antiguo caserón
en un precioso y coqueto restaurante lleno de guiños al acervo cultural de la
zona y donde se realiza una apuesta culinario de primera categoría, combinando
la más clásica tradición de las carnes y productos naturales de la zona con el desafío
de introducir novedosos platos de autor; ¡y a fe que lo han conseguido!
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Mi compadre Jesú, el chef Luis Miguel y servidor |
Pues allí que nos encajamos los
cuatro el 13 de Agosto y después de que Jesús me presentara a los dueños del
establecimiento y de un agradable ratito de cháchara nos sentamos a degustar
algunas cosillas dejándonos aconsejar por ellos. Decir que durante la comida,
que fue larga y tendida, bebimos cerveza 1/3 Cruzcampo especial y tinto Garum, amén del chupito digestivo casero con que
finiquitamos el ágape.
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La preciosa terraza con vistas a la sierra |
De aperitivo un clásico con un
toque onubense: papas aliñadas con
cebolleta y culantro. En toda Huelva desde los arroces en Mazagón hasta los
aliños de asadura en la sierra el culantro (o cilantro) es una constante que
aporta un punto de frescor a las comidas; cierto es que o se le quiere o se le
odia pues su sabor es muy particular. A mí me encanta y si es en un tartar o un
ceviche apaga y vámonos.
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Las papas aliña |
De primero una de las
especialidades de la casa Carpaccio de
presa ibérica con virutas de foie y reducción de vinagre de Módena. Uhmmmmmm,
duró “lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks” como diría el
Sabinas. No le desmerece al conocidísimo Carpaccio de presa ibérica con aceite
de pipas de calabaza y gelatina de mango de De O´.
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El carpaccio
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Seguimos con
Sardinas marinadas sobre pan arriero con mermelada de pimientos y berenjenas.
De nuevo perfecto, sintiendo la prieta carde de la sardina al morder. Buen maridaje con la mermelada de pimientos y
berenjenas.
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Las sardinas |
A partir de aquí
mi compadre alegó que ya estaba bien de innovaciones culinarias y que él quería
un buen entrecot de vaca gallega en su punto y a degustar carnaca se
dedicó mientras nosotros probábamos otras cosillas.
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El entrecot |
Ahora un
revuelto de morcilla de arroz con langostinos y menta que siguió en la
estela de calidad a los dos anteriores y que a mi comadre le encantó.
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El revuelto de morcilla y langostinos |
Aconsejados
por Adela pedimos una Mousaca de ibérico con salsa de calabaza y crema de boletus
presentada de forma bastante novedosa y que estaba cojonuda.
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La novedosa mousaka |
Acabamos con
un solomillo ibérico relleno de panceta y salsa de boletus del que
supongo que estaría igual de bueno que los anteriores pero del que ni tengo
foto ( a estas altura de la comida supongo que los efluvios etílicos se me iban haciendo
notar)
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Un detalle del bar |
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Otro |
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Un salón |
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El salón principal |
Mis
compañeros de mesa se pidieron de postre un plato de queso de cabra con membrillo,
del que no puedo opinar por razones obvias.
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La berenjenas blancas que yo no conocía |
A estas
alturas estábamos ya solos en el comedor y Luis Miguel y Adela se unieron a la
mesa y comenzamos una interesante tertulia gastronómica, charlando de todo un
poco desde productos autóctonos de la zona (me sacaron una berenjenas blancas
que no había visto en mi vida), pasando por restauradores conocidos de ambos y
alguna que otra pincelada para toques personales en recetas imposibles; todo
ello mientras degustábamos unos trozos de delicioso melocotón de la zona en almíbar
con un trago de vino dulce, ambos, como no podía ser de otra manera, caseros.
Ciertamente
una buena comida y una estupenda sobremesa.
En contra de
mi costumbre no he hablado de precios ya que al ser una invitación me parecería
una descortesía por mi parte, pero sí puedo decir que la relación calidad-precio es muy buena.
Compadre, esto lo tenemos que repetir ya mismo otra
vez. ¿Te acuerdas de cuando andábamos por esos pueblos de Dios haciendo como que toreábamos? ¡Que arte!
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Jesús "el coreano" y"Algarrobito chico" |
Ohhhhh ¡qué buenos recuerdos! Hace un par de años nos fuimos a la Sierra de Aracena a desconectar y hacer senderismo y un día que se presentó lluvioso a rabiar decidimos pueblear y llegamos a Arrieros por casualidad. ¡Cuánto nos gustó! Tengo el sabor de la sopa de tomate grabado a fuego. La casa es una preciosidad, la cocina un gusto y la atención como en pocos sitios. ¡Gracias por recordarnos un sitio tan especial!
ResponderEliminarLa verdad es que se está de escándalo por todos los motivos: el sitio, la atención, la calidad de las viandas, el arte del chef..... Cuando fuimos no había en la carta sopa de tomate, cierto es que era en agosto y hacía 40 grados pero como repetiremos este otoño invierno la cataremos. Gracias por vuestro comentario
EliminarJa, ja, ja, te iba a comentar sobre Arrieros, ja, ja, ja, y la envidia que me has dado, ja, ja, ja, pero no puedo ahora, ja, ja, ja. Maravillosa foto que merece explicación, vamos, digo yo, ¿no? Ja, ja, ja, ja.
ResponderEliminar¡Belén que te ha entrado la risa! ¿A cual de las fotos te refieres?
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