jueves, 17 de noviembre de 2011

CRÓNICA LITERARIA: LOS ASESINOS DEL EMPERADOR.

Esta semana no toca paseo por ningún barecito, me voy a permitir el lujo de escribir una crónica literaria. Cuando el diablo está aburrido mata moscas con el rabo. Va por ustedes.

Estoy empezando a preocuparme seriamente, muy seriamente.

“Vestido de mirmillo me veo enfrentado a un inmenso samnita en la arena del anfiteatro Flavio bajo la atenta mirada del emperador y de una muchedumbre que ruge ávida de pelea y sangre. En el palco imperial, Domiciano, Dominus es Deus, escoltado por una cohorte de pretorianos, por Partenio, el sabio y astuto consejero augusto, y por Cayo, el lanista del circo, se regala con una copa de vino endulzado con plomo que un esclavo, atento al menor de sus gestos, deposita presto en sus manos. A su lado la emperatriz Domicia disimula su hastío, su repugnancia y su cólera.
El samnita me encara una y otra vez, golpea mi escudo con feroces golpes frutos de la determinación más absoluta. Una y otra vez su corta espada busca abrirse hueco entre los resquicios de mis defensas; a ultranza, desesperadamente, eludo los ataques, las interminables fintas de esgrima de mi contrincante que me cansan y me nublan la vista; a duras penas esbozo un tímido contraataque que no hace sino dibujar una mueca de sonrisa en la faz del gigante. Siento que disfruta con mi sufrimiento y se relame.
El asedio se prolonga y comienzo a sentir que el fuelle se acaba, que las fuerzas me fallan;  más pronto que tarde, si antes no me ensarta o me degüella como a un pollo, me veré arrastrado a sus pies, derrotado y hundido,  mirando al Cesar implorando una súplica muda por mi vida.


Dos gladiadores, un mirmillo y un retiarius, luchan en la arena
De rodillas en la arena, humillado, con la punta de una daga presionando mi cerviz doblada, sudo como un cerdo y expectante, miro de reojo al palco imperial donde Domiciano, Dominus es Deus, me observa con un rictus de profundo desprecio. El clamor es ensordecedor pero yo no oigo nada; nada desvía mi atención, todos mis sentidos están pendientes de la mano del Cesar, de esa mano que lentamente comienza a levantarse, de esa mano que decidirá si vivo o si mi cuerpo ejecutado e inerte será entregado al bestiarius para que sirva de alimento a las hambrientas y salvajes fieras enjauladas.
La mano sube y yo sigo sudando y rezando a los dioses, a los lares de mi infancia…

Me despierta Eva de un empujón, quejándose de que llevo un rato diciendo cosas raras y gesticulando como un poseso, dice que hasta me he puesto a implorar a no sabe que deidad extraña. Me callo como un zorro y la miro agradecido.

Me doy la vuelta en la cama, vuelvo a cerrar los ojos e inmediatamente soy Gischala, líder de los zelotes, defendiendo a sangre y fuego las murallas de Jerusalén ante el implacable avance de las legiones V, X, XII y XV comandadas por el cesar Tito….

 La culpa la tiene el librito en cuestión que me estoy metiendo entre pecho y espalda, LOS ASESINOS DEL EMPERADOR, un tocho de 1.110 páginas (más otras 90 de apéndices, mapas, árboles genealógicos, etc) que me tiene sorbido el seso.

El libro hace un recorrido por la vida de Marcio Ulpio Trajano, el primer emperador no nacido en Roma; desde su infancia en Itálica  hasta que el Senado lo corona Cesar. Por sus páginas desfilan Nerón, Juan el Apostol,  Vespasiano, Tito, Decébalo, Nigrino y un sinfín de rostros históricos, unos muy conocidos y otros actores secundarios en el devenir de la historia. Pero sobre todos destacan tres personajes: Domiciano, el loco, manipulador, déspota y sanguinario Domiciano, el Cesar, Dominus es Deus,  que en su locura hizo olvidar a Nerón y Calígula. Su augusta esposa Domicía, el sutil contrapunto del odiado esposo, silente, sufriente, la mano que teje y espera sumisa en la sombra y por último el gran estadista y guerrero Trajano, el adalid deseado, el guardián del Rin, dibujado con mano maestra, con todos  los claroscuros de los grandes hombres. Y de fondo el imperio con sus guerras de fronteras  y Roma con sus intrigas.

Maqueta de Roma en tiempo del emperador Domiciano

Por 21 € he asistido en el año 63 d. C. a un banquete en Tarraco en honor a Nerón donde se nos ha menospreciado por ser hispanos.

He luchado en primera fila codo con codo con Trajano y Tito en la conquista de Jerusalén, he visto como una a una han ido cayendo sus tres murallas, se ha derrumbado la fortaleza  Antonina y con las riquezas saqueadas del Templo el emperador Vespasiano construye el grandioso anfiteatro Flavia (actual Coliseo).

Cuerpos en Pompeya
He visto a un perro desesperado morder con rabia sus cadenas de hierro en busca de una imposible libertad y, al final, morir junto a toda la ciudad de Pompeya cuando el infierno del Vesubio  derramaba  furia y lava por su boca.

En primera fila observé a las legiones cruzar el Danubio al mando del altivo pretorio Cornelio Fusco y ser aniquiladas por las tropas dacias comandadas por el astuto e insaciable Decéblos en el bosque de Tapae; también a Trajano (el Guardián del Rin) mantener a raya con una agotada legión a todos los bárbaros germánicos.

legiones romanas
Sentí la sangre que te ciega de los gladiadores en la arena del circo, el miedo de las fieras y el pavor de los cristianos  rezando a su Dios mientras esperaban  la muerte; los mutilados cadáveres arrastrados por los garfios de Caronte hacía la puerta de la muerte prestos a ser desmembrados y usados como carroña para las enjauladas fieras.

Caronte arrastra un cuerpo inerte

Me he solazado con la eterna lujuria de Domiciano, he padecido su irrefrenable desprecio por todo y todos y he visto crecer en su interior, poco a poco, gota a gota,  la locura que todo lo abarca, su megalomanía inagotable e incontrolable.

Sumergido en un inmenso caldero junto al apóstol Juan he padecido en mi piel el dolor terrible del aceite hirviendo, las procaces burlas de los romanos a mi Dios, sus odios y la infinita misericordia de Juan.

Desembocadura de la Cloaca Máxima de Roma
Me arrastré por las pútridas cloacas de Roma para llegar a  la cámara nupcial del  palacio imperial y allí asistí a la lucha descarnada y desigual de unos gladiadores contra los pretorianos que defendían la vida de su Dominus es Deus y, estupefacto, presencié  como una persona, la más insignificante de todas, la más importante, cambió el devenir del mundo.

Grupo de pretorianos

He visto todo eso y más, mucho, mucho más.

21 euros por volar, por imaginar, por soñar con imposibles.

 21 euros por deleitarse con la colosal prosa de Santiago  Posteguillo.

 21 euros por conocer y vivir un mundo nuevo, un viejo y olvidado mundo que renace en cada una de sus páginas en toda su miseria y esplendor.

Como no podía ser de otra forma os lo recomiendo encarecidamente.

Ahí queda eso.
Sefini.


Gracias por leerme

Anímate y déjame un comentario

7 comentarios:

  1. excelente tu crónica, con tus comentarios fácil se hace un guión para una nueva serie, como la de Espartaco de Starz. Muy bien y sigue escribiendo

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  2. Magnífico relato/crónica/post/artículo de un matemático afortunadamente reconvertido en cronista histórico. Santiago Posteguillo, ha sido para los que se nos atragantó la Historia de Roma, por su cantidad de personajes, hechos y fechas, en el revulsivo para retomar de lleno el tema en la senectud. Africanus, Las Legiones Malditas y La Traición de Roma, con sus sopotocientas mil páginas, han sabido a poco. Gracias por tu contribución al asunto. ¡Ah! la descripción personal, es un excelente currículo para contratarte como asesor gastronómico.
    Julio Eugenio.

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    1. Agradecido por tus palabras Julio Eugenio. Yo también devoré con avidez la trilogía de Escipión. A ver si Santiago no se hace rogar mucho y nos deleita con otra novela.

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  3. Buen articulo,me ha gustado mucho tu recorrido por este libro que ya pedire que me lo regalen, esta época es recurrente en mis "investigaciones históricas", y en estas semanas me estaba devorando una enciclopedia de historia universal sobre la roma clasica, justo en los últimos emperadores de la dinastia julio-claudia y las primeras revueltas de la guerra civil del 67 d.c. Pienso que esta época esta poco relatada tanto en literatura como en contenidos audiovisuales y a mi entender es el momento exacto en que nace Europa y y demás regiones del mediterráneo y las relaciones sociales que desde entonces permanecen inalterables, fronteras, poder militar, propiedad de tierras, derecho, religión...etc . Y claro un libraco como este se presenta como muy sabroson. A porposito no tengo el placer de conocerte pero si de casualidad te gustan los videojuegos echale un vistazo al nuevo roman total war 2, y aunque no te molen los juegos visiona los videos y tal, para un amante como yo de la historia en general y particularmente la Roma clasica este juego es la menera mas alucinante de sentirte de verad un general o un emperador, recomendadisimo, buentrio un saluido , te sigo en el eskup

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    1. Por lo que veo te gusta la historia, bueno pues libro te apasionará, no te quepa la menor duda. Agradecido por tus palabras. no soy de videojuegos, pero le pegaré un vistazo.

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  4. Me he leído el primer libro de la trilogía de Trajano y la verdad es que me ha encantado. Siempre he sido un apasionado de la historia de Roma y este libro ha sido muy fácil de leer dado que engancha desde el primer momento. Si te gusta la historia de Roma te recomiendo también el libro "SPQR, una historia de la antigua Roma" de Mary Beard, que cuenta con una crítica positiva de Santiago Posteguillo.

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