Lo he intentado pero no soy capaz
de poner en pie quien o quienes me hablaron por primera vez de este sitio,
escudriñando en mis recuerdos y por esas extrañas asociaciones de ideas que se
nos quedan grabadas sin saber cómo, sí soy capaz de ubicar la conversación en
fechas cercanas a la finalización del curso académico, sobre mediados de junio,
cuando ya la calor nos tenía locos y con la lengua fuera en esta bendita tierra
de María.
Por costumbre suelo apuntar este
tipo de referencias que se me hacen para su posterior utilización (o al menos
comprobación), pero en este caso concreto no fue así y el bienintencionado
consejo cayo en el saco de los olvidos engullido por una vorágine de exámenes,
evaluaciones, actas y toda la tremenda parafernalia de papeleos que se
amontonan al final de cada curso.
Para que se os vaya haciendo la boca agua |
Y pasó el estío con la pasmosa y
letal rapidez como pasan últimamente los veranos, dedicado en cuerpo y alma a la dulce tarea de
holgar después de no hacer nada y la reseña siguió extraviada en uno de los
miles de cajoncitos donde almacenamos
nuestros recuerdos.
De vuelta a la rutina al
trabajo, al blog, al pádel, a las visitas culinarias, etc, etc ... de
pronto, un día cualquiera de principios de septiembre, leyendo una de mis
habituales reseñas gastronómicas me encuentro un pequeño articulito en ABC
glosando las delicias de este establecimiento y de pronto se me interconectan
las dos neuronas que aún conservo en buen estado y se me enciende la candela de
la memoria, tenuemente, pero se me enciende. Me pongo a bichear por
internet buscando información añadida y,
por puro azar, descubro otra pequeña joya “las 12 mejores tapas sevillanas del 2014” y
allí, en preeminente lugar aparece una que lleva el sello de esta casa “Wan-ton de pringa” ni más ni menos y con
ese nombre y son esos castizos ingredientes ya no tuve la menor duda y le
espeté dicharachero a la parienta:
El establecimiento |
-Eva, este domingo tenemos visita culinaria de alto postín.
Gastrobar la Pimienta está ubicado en C/ Santa Fe nº 17, justo al
final de Virgen de Luján, enfrente del Parque de los Príncipes. Teléfono 677 64
26 23 y se aconseja llamar y reservar ya que la demanda es bien alta.
Allí señorea a sus anchas el
madrileño Jorge Jiménez en su doble
condición de chef y dueño del establecimiento; con un amplio bagaje entre
fogones a sus espaldas (¡Alucina vecina, ha trabajado, entre otros, con Ferrán
Adrià!) y un innegable espíritu emprendedor, atisbando, cual capitán, cuanto
ocurre en su barco. Bien secundado por dos jóvenes que hacen que el servicio
sea ágil, correcto y agradable, con una muy buena cadencia en la puesta en
escena de los distintos platos solicitados.
El artista y responsable de lo que te comes: Jorge Jiménez |
No tiene Cruzcampo (no todo iba a
ser perfecto), de barril sirven Alhambra
1,20 € la copa y para paladares más exquisitos disponen Alhambra especial
en botella. Tampoco tiene carta de vinos pero sí una buena oferta entre la que
se incluyen, aparte de los socorridos e inevitables Riveras y Riojas, otras
denominaciones menos conocidas y algunos caldos andaluces. Nosotros, haciendo
patria, hemos tomado Este 14 € botella, un
vino almeriense de el Valle de Almanzora (la cata del vino al final de la
entrada).
No quiero ser demasiado prolijo
en la descripción de cada plato que comimos, así que me limitaré a dar unas
cuantas pinceladas, pero vaya de antemano que todo, todo, lo que probamos
resulto altamente satisfactorio y no le puedo poner un pero a ninguno de los
platos que nos metimos entre pecho y espalda. La relación cantidad-calidad-precio sobresaliente.
Pedimos de golpe los seis platos
y dejamos a discreción del chef el orden en que se iban a servir y el tiempo entre cada uno. Por
orden de llegada a la mesa:
Wan-ton de pringa casera 4,50 €. Fusión de la cocina oriental con
la más castiza de las recetas sevillana. Cojonudo. Me recordó al ya famoso
wan-ton que ponen en mi querido bar Los Palillos. No sé cual me gusta más.
Huevo de corral frito sobre un cremoso de patatas y boletus 3 €. ¿A quien no le gusta un huevo frito? y si
encima lo combinas con una exquisita crema y con tentullos, pues acaba y
vámonos. La crema parecida a la del famoso “toro con crema suave de patatas”
del Bar Antojo. Por cierto, la entrada de este bar fué la primera que hice en este blog alla por octubre de 2011.
Magret de pato con jugo de uvas pasa y puré de manzanas. 9 €. Perfecto broche para un estupendo ágape.
No quiero acabar esta entrada sin
agradecerle al chef Jorge Jiménez la atención que tuvo conmigo al acercarse
expresamente a nuestra mesa a saludarme y darme las gracias por
visitar su establecimiento, la verdad es que me quedé con las patas colgando
como vulgarmente se dice. ¡Qué impresión que venga alguien a saludarte y te
diga que te sigue por internet! ¡Uffff, que fuerte, como dicen los jóvenes de
hoy! Gracias Jorge.
La carta del gastrobar acaba con
estas líneas: “Nuestras vidas no están en
manos de los dioses, sino en manos de nuestros cocineros” declaración de
principios y epílogo perfecto.
CATA DE VINO: Este de Bodega
Alto almanzora
“Un vino "sin etiqueta”; no está acogido a
ninguna denominación de origen oficial, y que, de hecho, es considerado como
"vino de mesa". No obstante,
merece nuestra atención. Se trata de un tinto joven, de media crianza (6
meses en barrica), fácil de beber, sabroso, con buena expresión frutal y una
relación calidad/precio que invita, ciertamente, a probarlo y a conocer una
zona, el Valle de Almanzora, en tierras de Almería, desconocida hasta la fecha
entre los vinos de calidad. Se trata de un coupage de 6 variedades distintas
entre las que pesan sobre todo la monastrell y la tempranillo. La primera de
ellas, quizá más desconocida, es una variedad “mediterránea” que se extiende
por todo el Levante (desde Alicante hasta Valencia) y en la región de Murcia.
Se trata pues de un vino muy “goloso” con mucha fruta al que se le nota su
breve paso por barrica. Va muy bien con patés y embutidos y, a mi juicio, con
bacalao”.
Perfecta crónica,
ResponderEliminarte has dejado algún platillo que no deberías olvidar, para mí de lo mejor el Cochinillo Confitado con confitura de higo (si ya no lo pone Jorge tírale de las orejas, de mi parte y encárgaselo para otra vez). Para mí otro plato que no debería perderse es el Tataki de Atun con Ajo Blanco, por algo Jorge trabajó en el NODO de Alberto Chicote quien se lo enseñó. Si no está en la carta, encargo al canto, que este Jorge a veces se hace de rogar,.....
Gracias por molestarte en escribir estas líneas y por los consejos amigo, la siguiente vez (y será más pronto que tarde) no cometeré el sacrilegio de venirme sin probarlos. Un cordial abrazo
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRicardo, que bueno todo, voy a tener que cruzar pronto el río que por aquel lado voy poco a tapear y ya veo lo que me estoy perdiendo. Un abrazo!
ResponderEliminarMe encanta! De aquí a firmar autógrafos, dos días.
ResponderEliminarMontse, Belén, gracias por vuestra fidelidad y comentarios. Siempre que escribo algo tengo la seguridad de que al menos ustedes lo leeréis y eso me gusta, me dá un plus de motividad. ¿No os parece que después de un par de años de comentarnos mutuamente no es hora ya de vernos las caras y degustar justos unas cervecitas y alguna tapita?
EliminarAhí hay muchos platos que merecen una visita. Mi lista de Sevilla empieza a crecer muuucho.
ResponderEliminarNo te quepa la menor duda, hay platos espectaculares. Sería muy interesante que quedásemos cuando vengáis a Sevilla y tomar una copichuela juntos. Un abrazo
EliminarEnhorabuena, me ha encantado tus consejos. Son amenos, claris y precisos. Enhorabuena!
ResponderEliminarEres muy amable, gracias por la molestia que t has tomado al hacer el comentario
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