lunes, 9 de marzo de 2015

ARROZ CON POLLO Y TIRABEQUES

Tirabeques
Los domingos que no salgo de campavía en busca de algún gastrobar donde solazarme me gusta preparar un arrocito para comer, nada del otro mundo, cuatro cositas, unas cucharadas soperas de cariño y va que chuta.

Hoy, después de una paliza de tres horas de coche desde Guadalupe, no iba a ser una excepción y aprovechando que he recolectado mis primeros tirabeques del año, me he puesto manos a la obra y me ha salido un arrocito de lo más resultón y sencillo.

Los tirabeques son deliciosos y delicados, muy fáciles de cultivar y dan un gran juego en la cocina. Yo tengo plantada varias hermosas plantas en dos macetones grandes y por el mometo la cosa va viento en popa.

Ingredientes:

Una cebolla
Un buen trozo de pimiento colorado
2 dientes de ajo
1 tomate
Un puñado de tirabeques
Un trozo de pechuga de pollo
Una lata de atún en aceite de oliva (Mercadona)
Un vasito de vino (he utilizado solera)
aceite, sal, agua  y unas hebras de azafrán

El sofrito se hace como siempre, cebolla, pimiento y ajos a la sartén y dejar que se pochen tranquilamente, cuando estén en su punto añadimos el pollo troceado y salpimentado, los tirabeques partidos por la mitad o en tres partes y le damos unas vueltecitas hasta que la pechuga empiece a tomar color. En ese momento añadimos el tomate cortadito a dados, y de nuevo unos cuantos revolcones y para rematar la faena  le ponemos el vasito de vino y algo de agua (si tienes un fondo de caldo de carne preparado pues mejor que mejor)


Trabajando el fondo

En este momento yo me suelo poner una copita de vino; en esta ocasión Luna Lunera que vi que en El Pais lo ponían muy bien de calidad y precio (3,5 eurazos la botella) y que para más inri la bodega te lo pone en casa sin coste alguno y yo, aprovechando la coyuntura, ya me he agenciado unas cajitas para mi fondo de reserva.

Poniendo el arroz

Venga, sigo con lo que estaba. 

Dejo todo unos cinco minutos a fuego bajo para que los ingredientes se emulsiones bien e ipso facto le añado el arroz, la lata de atún con su aceitito, unas vueltas para mezclar todo bien y cubro de agua como toda la vida del mundo mundial (yo uso doble y mitad de agua que de arroz, prefiero que se quede el grano ligeramente untuoso y ligado a secarrón  y suelto como en las paellas, pero, ya se sabe, sobre gusto los colores), rectifico de sal y le añado las hebras de azafrán y si me apetece le pongo un pelín de colorante para que mi hija, cuando le ponga el plato por delante,  no me mire con cara rara.

Casi a punto


Mientras pones la mesa, te escancias otro copazo y picoteas una rodajita de lo que buenamente encuentres (si es una buena chacina mejor que mejor), el arroz está listo.

Presto a ser degustado

Un modestisimo y baratito lujo.

2 comentarios:

  1. Ricardo, jamás se me hubiera ocurrido echar una lata de atún al guiso de arroz, pero te aseguro que lo probare. Me encanta el arroz.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La idea es de mi amigo Felix Pelayo que la suele utilizar para lo que él llama arroz de pobres. El atún prácticamente desaparece en la cocción del arroz y queda un ligero regusto a mar. Cuando se me ocurre hacer un arrocito y no tengo a mano una pescadería utilizo este recurso. Besos guapetona

      Eliminar

SI HAS LLEGADO HASTA AQUÍ, HAZ UN COMENTARIO. ME ALEGRARÁS EL DÍA Y NO DUDES QUE TE CONTESTARÉ, AUNQUE SÓLO SEA PARA DECIRTE "GRACIAS AMIGO"