El puñetero tiempo es inexorable,
se te escapa como el agua entre los dedos, mientras más lo intentas retener,
menos queda, mientras más le quieres dar de sí, menos cunde; aprietas
fuertemente los dedos para eliminar la mínima filtración y el agua se escurre
entre las coyunturas hasta que te encuentras las manos vacías, húmedas pero vacías.
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Imagen cedida por eltapeador.blogspot.com |
Mira que llevo semanas intentando
hacer una entradita nueva de algún tugurio interesante, pues nanay de la china,
que si operan a mi mujer y tengo que hacer de enfermero cualificado, que si me
invitan a una salida campestre a recoger setas y posterior charla
micológica-culinaria (algún día que tenga ganas y no me pueda la pereza os
contaré como acabó todo), que si comida navideñas con los amigos de Écija, que
si patatín que si patatán; el caso es que llevo más de un mes sin catar nada
nuevo y sin contaros na de na. Imperdonable, absolutamente imperdonable; los
cuatro abnegados seguidores que me quedaban (Dios los premie con la lotería del
Niño) estaban a punto de mandarme a hacer puñetas, cosa que, por cierto, yo, en
su caso, ya hubiese hecho y me hubiese quedado tan a gustito.
Y por fin hoy, 28 de diciembre
del año de gracia de 2014, día de los Santos Inocentes ha sido el día del
reencuentro, de la vuelta al trabajo después de 48 largos días de asueto, del
lujurioso placer de degustar nuevas composiciones, en fin, de visitar un nuevo
establecimiento y degustar su oferta culinaria.
Tenía en lista de espera no menos
de media docena con sus respectivas referencias y recomendaciones:
** Ricardo no te pierdas este
que es cojonudo. Me recomendaba fulanito
**Te aseguro que en Martin ponen las mejores setas de Sevilla, apostillaba
Paco de la asociación Muscaria
** ¿Sabes que Besana ha abierto un nuevo gastrobar en tal sitio?, susurraba
Inés
** ¿Cuándo vas a ir a hacerle una visita al Carlitos Herrera en el
Barranco? Me imprecaba Montse
** …………………………………..
¡Ni que yo fuera un potentado al
que le sobraran los billetes! Además que me tenía que hacer un chequeo a fondo
y había que dejar descansar al cuerpo; por cierto el chequeo ya me lo he hecho
pero no pienso recoger los resultados hasta después de Reyes por si las moscas.
A lo que iba, que me enrollo más
que una persiana, que hoy por fin he
estado en La Fábrica; no, trabajando no, en La Fábrica, que es un nuevo bar
sito en C/Corredurias nº 1 (junto a la Alameda) que no hace mucho que está
abierto y que no sé muy bien si es una franquicia del famoso Besana de Utrera,
pero que está muy relacionado con él. Y lo he elegido porque me ha dado la gana
y es que además leí una crónica en el periódico que lo ponía muy pero que muy
requetebién y me dije ¡tate, esto hay que probarlo!
Y lo probamos, vaya si lo
probamos.
Empezar diciendo que la cerveza
está a 1,20 € la caña y la copa de Pitacum a 2,50 €, como se
puede ver las bebidas bastante bien de precio.
Comenzamos con unos entrantes de
lo más clásico:
La especialista en ensaladillas
que es mi mujer le da una nota alta, alta; estaba muy buena y la forma de
presentación bastante elaborada, el crujiente de regaña con ajonjolí que cubre el
cuerpo de la ensaladilla estaba muy conseguido, y los trocitos de gambones casi crudos que pululan por alrededor uhmmmmmmmmm.....
La que menos nos gustó de todo lo
que tomamos; yo, que soy un forofo de la sobrasada, no la encontré por ningún
lado. Sobrasada desaparecida en combate.- No la volvería a pedir
La chica que nos servía nos
insistió mucho diciendo que era la última que le quedaba y la pedimos….En
primer lugar a mí no me parecieron langostinos, me parecían gambones (aunque
reconozco que para la plancha me gustan más), en segundo lugar dos gambones y
no muy grandes por muy bien que estén a la plancha no pueden valer ese precio.
Por el contrario la salsa holandesa estaba suave y riquísima, tanto que a falta
de langostinos-gambones la acabamos mojando pan.
Un lujo de tapa, una combinación
perfecta, aromática y con un sabor en boca suave y exquisito, huelga decir que
yo aparté el queso.
Dos trozos de atún sobre un fondo
escabechado de setas de temporada; uno de los trozos de atún no tenía el corte
preciso y no estaba en su punto (ligeramente crudo y se le notaban mucho las
hebras), el otro estaba delicioso y el escabeche perfecto.
Acabamos con dos platos de carne:
Un cilindro de carne de carne de
liebre desmenuzada en una espesa salsa. Sabor intenso a caza y con la cocción
adecuada, se deshacía en la boca.
Otro tapón con mayúsculas.
Imprescindible para los aficionados a la cola de toro.
En conjunto nos ha parecido muy
recomendable; la cocina de Mario Rios elaborada y con matices novedosos, atendiendo con gusto a los productos de temporada y bordando las carnes.
Teniendo en cuenta el poco tiempo que llevan abierto imagino que irán subiendo
y perfeccionando algunos pequeños detalles. Por cierto el local se les queda
pequeño y no hace honor a la calidad de la comida que se sirve en él.
PUNTUACIÓN DEL ESTABLECIMIENTO: 7,75
PUNTUACIÓN DEL ESTABLECIMIENTO: 7,75
Aunque somos uno de tus seguidores, no nos ha tocado la lotería del niño :( Estuvimos hace poco en La Fábrica y nos gustó mucho. La pena es que es muy pequeño y no se puede reservar. Nos quedaron ganas de repetir y ese creemos que es el mejor premio...
ResponderEliminarDespués de hacer esta entrada he vuelto a estar allí y han superado la primera impresión. Felicidades por vuestra página y gracias por el comentario
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