Llevaba
ya tiempo que no hacía una entrada de un nuevo gastrobar y, desde luego, esto
no es de recibo. De modo que monto un blog para hablar de las tapas de Sevilla,
de su espléndida y novedosa oferta culinaria y lo único que hago en estos
últimos meses es hablar del pádel, del instituto, de mis demonios particulares
o publicar alguna que otra receta de vez en cuando. ¿Pero que es esto?
No
puede ser, no puede ser de ninguna de las formas que me ponga, así que al lio
del montepío, a ponerse las pilas y a hacer alguna reseña gastronómica.
D´Mercao
se llama el sitio que la semana pasada mi amigo Andrés Santamaria me dijo que
tenía que visitar sí o sí, y allí estaba yo el domingo como un reloj a la hora
del almuerzo presto a degustar cuantas viandas se pusiesen a tiro. D´Mercao,
C/Conde Baraja 23; teléfono 954 38 91 25 (entre La Alameda de Hércules y la plaza de San Lorenzo).
El
sitio está flama y coqueto, las mesas están colocadas sin agobios y la atención
es muy profesional.
Cuando
nos dieron la carta compruebo que no hay tapas, sólo raciones. En principio
esto me incomoda y estoy en un plis de largarme, vamos que si no es por mi
mujer cojo carretera y manta. En todas las referencias que tengo del local en
ninguna de ellas se menciona esta circunstancia, llamo al encargado (Marco
Antonio) y le comento mi extrañeza respecto de la ausencia de tapas, me dice que
nunca se han servido tapas en las mesas y que ciertamente algún artículo publicado
ha dado lugar a confusión; de camino nos cuenta que en el proyecto original la
parte delantera del establecimiento estaba destinada a mesas altas con
taburetes donde servir tapas, pero que el Excelentísimo Ayuntamiento de la Villa le denegó dicha opción argumentando que el
local se encuentra sito en una “zona
saturada de bares” y ello repercutiría en un negativo impacto sonoro sobre
los vecinos del barrio, curiosamente sí les autorizaban los taburetes en la
terraza. Insondables misterios de la burocracia.
La
carta de vinos es bastante correcta, no para tirar cohetes, pero aceptable, con
una oferta por botellas de 20 tintos (de los cuales 8 son de Andalucía), 10
blancos y 6 cavas. Por copas la cosa se reduce bastante, apenas seis opciones y
los precios me parecen un poco caros, moviéndose en una banda de entre 3 y 3,75
€ la copa.
En
total hemos tomado 3 cervezas a 2 € la copa, 4 copas del vino andaluz, concretamente malagueño Botani-Garnacha a 3,75 € y una copa de un Ribera Carramimbre a 3 €.
Nada
más ponernos la primera cerveza la casa nos obsequia con un aperitivo
consistente en un mousse de salmorejo de
remolacha presentado en una vasito ovalado requetechulo.
En
cuanto a la comida hoy Eva y yo tenemos el gusto marinero y las cuatro raciones
que hemos pedido han tenido por protagonistas a algunos de los más sobresalientes
vasallos de Neptuno. Vamos por orden de
pedido:
Tartar de pez
mantequilla con aderezo de miso, huevas de masago y aguacate 9€ Delicioso, aunque el pez mantequilla
(¿A que tú no sabes cuál es el pez mantequilla?, no te preocupes, la mayoría de
los mortales tampoco lo sabe) es de por sí bastante insípido, tiene la enorme
virtud de absorber (en un momento me ha entrado la duda con absolver) muy requetebién
todos los sabores, lo que lo hace ideal para elaborar este tipo de plato. Repito
delicioso.
Ventresca de atún en
manteca colorada de soja a 70º y ajoblanco de wasabi 12€ ¡Pedazo de ventresca que nos pusieron!,
un buen taco, sí señor. A mi señora le encantó, yo prefiero el atún con un
punto menos de cocción, más crudito. Al ajoblanco de wasabi ni un pero, suave, aromático,
en su justo punto.
Calamar de potera en
tempura de algas, relleno de pistode bacalao al kemcheo y cama de patata ahumada
12€. El calamar de
primera categoría, de un grosos muy respetable. Un plato completo pero que a mí
fue el que menos me aportó. Todo bueno y correcto pero nada que me hiciese
suspirar.
En
contra de lo que nuestra norma y después de que Marco Antonio (que nombre con más
historia y abolengo) nos cantases las excelencias del chocolate rubio (del que
yo por cierto desconocía su existencia) nos pedimos para compartir un Semifrío de chocolate negro y chocolate
rubio con arena de capuchino 6€. Si mi hija hubiese venido con nosotros no
nos deja ni catarlo, seguro.
Recapitulando
que es gerundio, el sitio está muy bien, muy bien el servicio y el tiempo entre
plato y plato el justo, sin agobios ni tardanzas. En conjunto el establecimiento
es bastante recomendable y con pocos peros que ponerles. Aparte de que yo
prefiera comer de tapas reconozco que se lo han currado, el precio me parece un
poco elevado (salimos por 37 € por barba) pero, digo yo, nadie te obliga a ir y
cada uno sabes las cuentas de su casa.
Epílogo. A los pocos días de ir, Andrés, el inductor de la visita, me manda el siguiente mensaje, mensaje que transcribo ya que creo que complementa esta entrada:
Ricardo,
el pasado jueves estuve en D´mercao.
El local es agradable y tranquilo, con
tres pequeños espacios (a la entrada, junto a una pequeña barra y al fondo otro
pequeñito con una especie de lucernario). Lo importante:
El servicio bien
La comida del estilo de muchos de los
gastro... en la actualidad, pero la materia prima buena, bien resueltos y con
unas cantidades (en algunos casos) más que aceptables.
Bueno el salmorejo de kumato con
ventresca y huevo de codorníz, pero más fresco y curioso el de naranja con
mojama... (buenos tamaños)
Buenísima las caballas confitadas...
especialmente la caballa (sólo ellas merece el plato), quizá el mouse le robe
presencia a la propia caballa. Pero muy bueno...la milhoja buenísima (y
abundante).
Me quedé con las ganas de probar los
fideos tostados con gambones y alioli de pera (ya me dices tú)
Me hablaron de que la mejor solución es
alguno de los menús degustación, más variedad y tamaños más asequibles para
probar de todo.
Prueba el coulant de queso de cabra...
Vinos, pocos pero bien seleccionados
calidad-precio. Yo tomé un par de copas de K-naia, verdejo muy fresco pero con
persistencia para no tener madera y, especialmente, un aroma a melocotón que te
invita a llevártelo a la boca...
Precio final: 35 euros.
No Andrés, gracias, ya sabes tú que yo con el queso no me hablo.
PUNTUACIÓN DEL ESTABLECIMIENTO 8:00
¡Qué pinta tiene ese tartar de pez mantequilla! Un poco caro si que es, pero claro, es que el encargado tiene un nombre... Si se llamara Paco...
ResponderEliminarMarco Antonio, nombre de rancio abolengo, parece sacado de uno de los libros de Santiago Posterguillo. Belén el sitio está muy bien, merece la pena pero es muy "chic"; cuando estuve había varias mesas con sus ocupantes tomando cava y muy elegantones ellos y ellas. Claro que si el chef no se llamara Jorge Manfredi ........
EliminarAcabo de descubrir tu blog, es estupendo, te felicito por tu trabajo.
ResponderEliminarHace poco descubrimos este restaurante y hemos ido varias veces. Coincido contigo en que tiene buen producto, buena elaboración y servicio. Lo mejor es que va variando la carta según la temporada.
Un saludo, Clara.
Gracias Clara por el comentario y una alegría tenrte entre mis lectores. Bienvenida.
EliminarTras la lectura de esta entrada acabo de reservar para esta noche; ya contaremos que tal enjuician las papilas tales platillos.
ResponderEliminarSaludos.
En espera de tu comentario. No te puedes perder Restaurante ConTenedor en la calle San Luis. Una maravilla.
Eliminar