domingo, 12 de mayo de 2013

12/05/2013. RESTAURANTE MECHELA


Dos sábados seguidos de Comunión, dos sábados atiborrándome de cervezas, aperitivos, más cervezas, jamoncito del bueno, algunas gambas, un plato de carne por aquí, otro de pescado por allá, más cerveza, unos dulcecitos de postre para no dejar ir el cuerpo, etc, etc; hasta a las golosinas de los chiquillos le he metido manos, ¡que inconsciente!. Conclusión: calorías suficientes para alimentar mediamente bien a una familia  durante una semana.

Mucho pádel y mucha leche durante la semana, pero de esta forma no pierdo ni un gramo de peso, más bien todo lo contrario. Cebón, me estoy poniendo cebón.

Para rematar el rizo hoy domingo me he largado de visita gastronómica y entre los tres (cónyuge, vástago y un servidor) hemos tenido la osadía de pedir todas las tapas de la carta ¡LAS OCHO TAPAS DE LA CARTA! y por supuesto hemos dado buena cuenta de ellas; pero bueno, no adelantemos acontecimientos.

Vaya churro de foto, o me compró una cámara o cambio de móvil

Hace dos semanas ya intenté reservar en Mechela y no pude porque tuvieron que cerrar al ponérseles una camarera enferma. Hoy ha sido el afortunado día en que los he visitado. El Restaurante Mechela (Bailen 34, teléfono 955 28 94 93)  lleva abierto un par de meses y en tan poco tiempo ya se está haciendo un nombre entre los que nos gustan este tipo de establecimientos. A los fogones Dani y Álvaro, cocineros con experiencias provenientes de otros conocidos establecimientos, ponen su arte y buen hacer al servicio de los comensales; con la agradable sorpresa de que, por lo menos en nuestro caso, muchos de los platos que pedimos nos lo traían ellos mismos y nos ilustraban sobre ellos, demandándonos constantemente nuestro parecer. En el servicio un chica encantadora y competente.

La carta es cortita: 8 tapas elaboradas, una clásica de queso viejo y tres platos-raciones de carnes (venado, solomillo). Álvaro me comentaba que todavía están en proceso de construcción y consolidación, con cambios asiduos en la carta, que algunas tapas se han consolidado desde el primer día, pero que aún siente que les falta rotundez, cuadrar el cuadro, cerrar el círculo. Obviamente eso es cierto, pero el camino recorrido es amplio y, a lo que se ve, fructífero.

Al grano: De bebida lo de siempre, Eva y yo empezamos con cerveza (1,35 €)   y Rocío con Coca-Cola Zero (1,45 €), durante la hora y cuarto que estuvimos en el local yo no cambie de bebida (cinco en total), Eva se tomó dos y luego se decantó por un Ribera del Duero de nombre Antídoto (3,50 €) con bastante cuerpo.

Y comienza el espectáculo.

Pedimos las ocho  tapas de la carta y nos la sirvieron de una en una, a un ritmo perfecto: nunca hubo dos tapas a la vez en la mesa y nunca esta estuvo más de un par de minutos vacía. Nos cambiaron los platos en al menos tres ocasiones y nunca faltó la canastilla de pan llena. Un 10 al servicio.

Paso enumerar y desglosar cada uno de las tapas en el orden en que las degustamos:

1.- Tartar de salmón con pepino, manzana y tzatziki (3,60 €)
El tartar es siempre el precio que tengo que pagar para que mi hija nos acompañe. Generoso, prácticamente todo era salmón cortado groseramente, sobre una base de rodajas de pepino previamente maceradas levemente (supongo que en una base se soja) y con un fondo de salsa (me imagino que eso sería el tzatziki) y semillas negras de sésamo. Muy bueno.


El tartar de salmón sobre láminas de pepino

2.- Ajoblanco de Gambón y huevas de arenque (3,60 €)
Especialmente recomendado por la chica. Cojonudo y precioso. El gambón (enorme) envuelto en fideos chinos crujientes y superfinos. Sobre el ajoblanco trocitos de aguacate y coronando las huevas de arenque. Este es uno de esos platos que a mi amigo Rafael le encantará. Imprescindible.


Pedazo de gambón, con las huevitas en lo alto

3.- Rollitos Thai rellenos de pato y verdura (4 €)
Personalmente el que menos me cuadró de todo lo que probé. Me explico: los dos rollo estaban buenísimos, el relleno exquisito; la salsa un pelín líquida y quizás le hubiese venido bien un pelín de wasabi; pero con la sensación de que el plato no pegaba en la carta. Una apuesta oriental demasiado solitaria. Mi mujer me dice que si en lugar de estar relleno de pato lo rellenan de pringá……


Los rollitos thai rellenos de pato

4.- Tajine de rabo de toro con couscous y garbanzos (3,60 €)
De nuevo recomendado: “nos os podéis ir sin probarlo”. El menos espectacular en la presentación pero ¡mamma mía, qué pasada! Cómo estaba esa cola de toro mezclada con la pasta de garbanzos, el couscous, las pasas y las almendras. Encima abundantísimo, con él y las puntillitas te pegas un homenaje que tiritas. Plenamente de acuerdo: hay que probarlo.


La cola de toro espectacular, debajo el couscous

5.- Pulpo asado con fideua negra y crema de coliflor (4 €)
Mucho mejor la fideua que el pulpo (mi hija no piensa igual que yo), nunca antes he probado una fideua de ese tamaño, minúsculos y finos los trocitos de pasta, como la mina de un lápiz Staedtler. La crema de coliflor haciendo el papel del alioli pero en fino.


¡Que cosa mas fina de fideua!

6.- Chipirón relleno de morcilla de arroz con puré de manzanas al horno (3,60 €)
Uno de los clásicos del bar. La morcilla está de moda y aquí combina perfectamente, el acompañamiento del puré de manzanas excelente y las lombardas sin desmerecer un ápice. Muy recomendable.


Chipirón relleno de morcilla, con su ramita de romero

7.- Puntillitas con huevos roto y papas a lo pobre (3,60 €)
Una sorpresa. Este plato es un medio almuerzo. Tres cositas humildes: un huevo, unas patatas y unas cuantas puntillitas, las manos y el cariño de un artista y chúpate los dedos.


Humilde, contundente y tela de bueno

8.- Bacalao confitado con talafel y crema de yogurt con remolacha (4,50 €)
Si los tartares son la perdición de mi hija, el bacalao es el de mi mujer. Se nota que lo tiene estudiado al detalle: la presentación, el juego de los colores, la situación de los distintos elementos en la fuente, todo milimétrico y con zalamería.
Para disfrutarlo con los ojos y paladearlo despacito.




Con carácter general decir que no se repite ninguna salsa, que todas tienen el punto de untuosidad adecuado y que se nota el mimo con el que se hacen.

De la carta de postres caseros no puedo comentar nada, porque cómo muy bien me decía Álvaro “después del atracón que os habéis metido es normal que no queráis postre”.

En conjunto 7 cervezas, 3 Coca-colas, 3 Riberas y 8 tapas: 55,05 €. A 18,50 por cabeza y hemos salido supersatisfechos.

Por cierto, una cosa que no entiendo es como en TripAdvisor este local está en el puesto 46 cuando de las 9 personas que han hecho comentarios 8 lo han puntuado excelente y 1 muy bueno, misterio insondable

Para concluir mis felicitaciones a los cocineros y desearles un rotundo éxito en la ardua tarea que han emprendido, éxito, que visto lo visto, no dudo tendrán.

PUNTUACIÓN DEL ESTABLECIMIENTO: 8,00

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3 comentarios:

  1. Ricardo, desde Cadiz felicitarte por tus blogs, especialmente por este del tapeo. Vaya panzada de trabajar y tapear que te tienes que dar, jajaja. Afortunadamente tenemos el padel para intentar compensar algo. Queria comentarte si has pensado la posibilidad de darnos, para los que solemos ir a Sevilla un par de dias, algunas rutas del tapeo. Está claro que nos movemos por el centro, aunque es amplio, por lo que es la zona que, entre tienda y tienda, solemos recorrer. Saludos,
    Jose Manuel de San Fernando.

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    Respuestas
    1. Gracias José Manuel por el comentario. Me parece buena tu idea y me pondré a trabajarla. En principio dos o tres rutas por el Centro, cada una con cuatro o cinco bares que estén próximos físicamente y que destaquen por algo. Lo intentaré amigo.

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  2. Ricardo, siguiendo tu sugerencia, este domingo hemos comido en el Mechela, tras reservar mesa. El viernes lo intentamos si ese paso previo y tuvimos que desistir porque estaba lleno.

    Mis dotes descriptivas de viandas no ha alcanzado un nivel más allá de primer o segundo curso de primaria. Así es que diré tan sólo que algunos platos nos gustaron y mucho.

    El ajoblanco, que notamos con una densidad y dulzor no usuales debidos según nos chivatearon a una pizca de miel, nos pareció superior. Y la cola de toro (rabo se le dice en otros lugares)sobre la base del tajine, de las cosas más sabrosas que recuerdo, y eso que dicho apéndice no me suele gustar mucho por lo especiado que suelen ponerlo. Y el pulpo sobre fideuá, superior también. Parece que los trozos que ponen de ese bicho, lo pasan por la sartén antes de cocerlo, lo que le da un toque muy especial. Este fue otro chivateo)

    Otras cosas como el arroz -algo frito- con costilla que tocaba este domingo y el bacalao que describes nos parecieron bien, ricos pero no espectaculares como los otros platos que he comentado.

    En resumen, disfrutamos de la comida, y nos acordamos de vosotros, por habernos dado a conocer este lugar, al que prometemos volver (si fuera con vosotros mejor). Gracias!!!

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